Una cinta emocionante donde no se busca la cronología ordenada, el dato musical relevante, la identificación de protagonistas o la organización previsible de los temas sino la concatenación de sensaciones. En Glastonbury Julien Temple bucea en los archivos de 35 años de festival (1970 a 2005), graba él mismo tomas entre 2002 y 2005 y sin atenerse a nada más que a la potencia de unas imágenes tan descriptivas como evocadoras, logra que su mirada sobre los pequeños detalles revele qué es lo que hace que un festival musical sea a veces algo que va más allá de la propia música. Como complemento a este documental, Temple realizó en 2011 Glastopia.